martes, 22 de noviembre de 2011

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ENFERMEDADES DEL SISTEMA URINARIO

Muchas son las enfermedades del aparato urinario. Entre ellas mencionaríamos las siguientes:
- Un CÁLCULO RENAL O PIEDRA EN EL RIÑÓN ( Litiasis renal) es una concreción que se forma en el riñón a partir de la sedimentación de cristales de minerales. Es una afección muy dolorosa cuando las piedras se sitúan en el uréter, especialmente al orinar.
- Un CÁLCULO BILIAR O PIEDRA EN LA VESÍCULA ( Litiasis biliar ) es una concreción que se forma en la vesícula al sedimentarse cristales de calcio, el exceso de colesterol y la bilirrubina que estaban disueltos en la bilis.
- Una INFECCIÓN RENAL que es una infección producida por los microbios en los riñones. Son dolencias que se presenta más habitualmente en las mujeres que en los hombres. Pueden ser de naturaleza temporal o crónica y , en algunos casos, son las responsables de la insuficiencia renal.
- Una CISTITIS, que es la inflamación de la vejiga o de las vías urinarias.
- Una INSUFICIENCIA RENAL, que es la incapacidad de los riñones para filtrar la orina.
- Una NEFRITIS, que es la inflamación del riñón.
- Una CISTITIS, que es la inflamación de la vejiga o de las vías urinarias.
- Una URETRITIS, que es la inflamación de la uretra.
- Una URETITIS, que es la inflamación del uréter.





CUIDADOS DEL SISTEMA  OSEO

La mejor prevencion para nuestros huesos es consumir calcio todos los dias,dandole al organismo la cantidad necesaria en la juventud,nos aseguramos la deficiencia que comienza en la vejez, mas aun en las mujeres que en la menopausia sufrimos severos problemas en los huesos. Una porcion diaria de queso,leche,yogurt, tambien hay complejos vitaminicos para soluccionar una deficiencia severa.





ENFERMEDADES

Las reacciones generalizadas del hueso incluyen alteraciones (aumento o disminución) en la deposición o resorción óseas, o en ambas. Sin embargo, la deposición ósea afecta a los dos procesos más importantes de formación osteoblástica de matriz orgánica (osteoide) y de calcificación de ésta para formar hueso. La resorción ósea implica la eliminación osteoclástica del hueso formado y la liberación de minerales óseos. En algunos trastornos metabólicos, tales como el raquitismo y la osteomalacia, la reacción generalizada del hueso consiste en una inadecuada calcificación de la matriz (hipo calcificación). En otros, tales como el escorbuto y la osteoporosis, la reacción generalizada consiste en una disminución en la formación osteoblástica de la matriz o en un aumento de la resorción ósea osteoclástica (o en ambos), acompañadas de una disminución de la cantidad total del hueso.
Además, puede coexistir una combinación de dichas reacciones, tal como se observa en la de osteoporosis e hipo calcificación en ciertos tipos de raquitismo refractario. Es importante apreciar que una tercera parte de la cantidad total de mineral óseo puede perderse antes de que la disminución de la densidad radiográfica de los huesos se detecte fácilmente mediante técnicas radiográficas ordinarias.
En algunos de estos trastornos generalizados, el factor causante es nutricional u hormonal y en este caso se dice que el trastorno es metabólico, mientras que otros son debidos a una combinación de factores, incluyendo tensiones y esfuerzos físicos. No obstante, en la totalidad de trastornos existe una alteración del metabolismo del hueso, y, de acuerdo con ello, es preferible considerarlos conjuntamente en la amplia categoría de “enfermedad ósea metabólica”.

Raquitismo

El raquitismo puede ser definido como una enfermedad generalizada del hueso en crecimiento caracterizada por la falta de pronta deposición de sales de calcio en la matriz ósea orgánica (osteoide), así como en el cartílago preóseo de la lámina epifisaria de la zona de cartílago de calcificación. La deposición normal de calcio en el osteoide y en el cartílago preóseo depende en gran parte del mantenimiento de niveles fisiológicos de calcio y fósforo en el suero, lo que, a su vez, depende del balance entre los tres factores de absorción de cada elemento por el intestino, de su excreción por los riñones e intestino, y de sus índices de desplazamiento hacia y desde el hueso.
Factores importantes en el mantenimiento de este balance son la vitamina D, la hormona paratiroidea y la calcitonina. De este modo, son diferentes los tipos de trastornos capaces de producir la reacción ósea generalizada de raquitismo. Los diversos tipos clínicos de raquitismo se clasifican preferentemente sobre la base de su causa; las tres principales causas de raquitismo son la deficiencia de vitamina D, la insuficiencia renal crónica y la insuficiencia tubular renal. Los dos últimos tipos de raquitismo no responden a cantidades normales de vitamina D siendo, por tanto, “resistentes a ella”.

Patología

Las alteraciones anatomopatológicas del raquitismo incluyen una disminución generalizada de la matriz calcificada (hueso) y un aumento de la matriz no calcificada (osteoide), con la disminución generalizada resultante de la densidad radiográfica (rarefacción) en todos los huesos.
Además, en el lugar habitual del cartílago en calcificación de la lámina epifisaria se forma una amplia zona de cartílago preóseo no calcificado.

Osteomalacia
La osteomalacia, que quiere decir “huesos blandos”, es una enfermedad generalizada del hueso adulto que se caracteriza por la pronta deposición de sales de calcio en la matriz ósea orgánica (osteoide). Es, en efecto, “raquitismo de adultos”, pero la ausencia de láminas epifisarias en los adultos excluye, por supuesto, las alteraciones de estas localizaciones que se observaron en el raquitismo. Las posibles causas y tipos de osteomalacia son comparables a las ya descritas al hablar del raquitismo.

Patología
Las alteraciones anatomopatológicas de la osteomalacia, al igual que las observadas en el raquitismo, incluyen una disminución generalizada de la matriz calcificada (hueso) y un aumento de la matriz no calcificada (osteoide) con la rarefacción radiográfica resultante en todos los huesos. Las alteraciones óseas pueden agravarse, dando como resultado que los huesos notablemente débiles y “blandos” se incurven gradualmente y se vayan haciendo progresivamente deformes.
Microscópicamente, se observan amplios costurones osteoides adyacentes a las zonas relativamente escasas del hueso calcificado. Además, las seudofracturas, conocidas como zonas de Looser, pueden desarrollarse en la forma moderada grave de osteomalacia, llamada síndrome de Milkman.

Escorbuto (avitaminosis C)
El escorbuto es una enfermedad generalizada que se caracterizada por un fallo de la formación osteoblástica de la matriz ósea, con la consiguiente disminución de la cantidad total de hueso (osteoporosis), y va acompañada de hemorragias subperiósticas y submucosas. Esta enfermedad, producida por una falta de vitamina C (ácido ascórbico), se presenta en los niños entre las edades de seis meses y un año. El escorbuto grave es hoy día relativamente infrecuente; no obstante, pueden observarse casos de escorbuto leve, no sólo en los niños, sino también en los ancianos que tienen tendencia a comer escasos alimentos que contengan vitamina C.

Patología
La disminución de la formación osteoblástica de matriz ósea, en presencia de una resorción osteoclástica normal del hueso, explica la osteoporosis generalizada. Puesto que esa matriz no se forma en los núcleos calcificados de cartílago de la lámina epifisaria; la zona de cartílago en calcificación persiste y se engrosa. Sin embargo, la avitaminosis C también aumenta la fragilidad capilar y produce, por consiguiente, hemorragias espontáneas, no sólo debajo del periostio laxamente adherido, sino también debajo de la membrana mucosa de las encías y del intestino.
Cuando la hemorragia subperióstica es masiva, la adherencia normal a la metáfisis de la epífisis y de su lámina epifisaria está alterada, produciéndose una separación epifisaria.

Osteoporosis
La osteoporosis, que significa “huesos porosos”, es una enfermedad generalizada del hueso que se caracteriza por la disminución de la formación osteoblástica de la matriz combinada con el aumento de resorción osteoclástica del hueso y por la marcada disminución resultante de la cantidad total de hueso en el esqueleto (osteopenia, que significa “muy poco hueso”).
Mientras que la disminución de la deposición ósea viene considerándose hace tiempo como el factor principal del desequilibrio que conduce a la osteoporosis, los datos recientes sugieren que el aumento de resorción ósea puede ser el factor más importante, por no decir el único. Aunque los huesos sean delgados y porosos y exista muy poco hueso, el que existe está bien calcificado y su apariencia microscópica es normal (contrariamente a lo que sucede con la osteomalacia).

Factores etiológicos
Puesto que la osteoporosis generalizada representa no sólo un trastorno de la deposición ósea sino también de la resorción, existen varios tipos de osteoporosis que están basados en el factor más prominente de su etiología, aunque la lesión esquelética resultante sea la misma. Los diversos factores etiológicos de producción de osteoporosis incluyen trastornos hormonales, inactividad y senilidad, aunque pueden estar combinados dos o más factores en un determinado paciente.

Osteoporosis Hormonal
En algunos pacientes con osteoporosis, la causa subyacente consiste en un desequilibrio hormonal producido por un aumento de secreción de hormonas antianabólicas respecto a la de hormonas anabólicas. Por tanto, la osteoporosis es característica del hipertiroidismo, hiperpituitarismo, hipertiroidismo e hiperadrenocortisonismo (por causa de una hiperactividad de la corteza suprarrenal, o bien como resultado de un prolongado tratamiento con cortisona).
Los trastornos debidos a diferentes tipos de alteración hormonal se estudian en la sección siguiente.

Osteoporosis por inactividad
Cualquier tejido del cuerpo se atrofia cuando no se emplea, y el hueso no es una excepción. Las presiones intermitentes del soporte de peso y las tensiones del impulso muscular transmitidas al esqueleto ejercen fuerzas y tensiones que parecen estimular la deposición del hueso mediante la actividad osteoblástica. En la persona que, por cualquier razón, está confinada a la cama o tiene muy limitadas actividades, la deposición del hueso se ve superada pronto por la resorción del mismo, produciéndose como consecuencia una atrofia por inactividad del hueso (osteoporosis por inactividad).
Este tipo de osteoporosis por supuesto, es más marcado en aquellas partes del esqueleto que son menos empleadas, a saber, las extremidades inferiores y la columna vertebral. No hay duda de que la prolongada inmovilización de un miembro, la falta de soporte de peso y la parálisis pueden producir una osteoporosis por inactividad localizada, limitada a los huesos que no se emplean.

Osteoporosis posmenopáusica y senil
Estos dos tipos de osteoporosis generalizada se estudian conjuntamente debido a que tienen muchos aspectos comunes. Su distinción es algo arbitraria, en el sentido de que cuando las mujeres desarrollan una osteoporosis entre la menopausia y la edad de 65 años, la osteoporosis recibe el nombre de posmenopáusica, mientras que cuando los hombres o las mujeres desarrollan dicho proceso a partir de los 65 años de edad, éste recibe la denominación de senil. La osteoporosis posmenopáusica y la senil representan con mucho la enfermedad ósea generalizada que con más frecuencia puede observarse entre los pacientes. Se ha calculado que es radiográficamente detectable en un 50% de las personas con más de 65 años, y cuando se tiene en cuenta que la cantidad total de hueso debe estar disminuida en un tercio antes de que el descenso pueda detectarse radiográficamente con facilidad, podrá apreciarse que son verdaderamente muy frecuentes los grados menos graves de osteoporosis posmenopáusica y senil.
En el anciano, el hipogonadismo, así como la inadecuada ingestión dietética de calcio, parecen ser los factores etiológicos de este tipo de osteoporosis y, además, el proceso puede agravarse por añadírsele una “osteoporosis por inactividad” asociada con la habitual disminución de la actividad clínica del anciano.

Características clínicas y radiográficas
Los síntomas de osteoporosis generalizada incluyen lumbago crónico e intermitente (que probablemente guarda relación con repetidas fracturas microscópicas) así como dolor óseo en otros lugares. El paciente suele presentar un grado anormal de cifosis dorsal. Las fracturas patológicas macroscópicas en los lugares antes mencionados son una complicación clínica muy frecuente. Las características radiográficas presentan rarefacción generalizada de todos los huesos (pero más marcada en los huesos reticulados), cortezas delgadas y evidente deformidad, en particular en los cuerpos vertebrales. El calcio, el fósforo y la fosfatasa alcalina séricos son normales, pero los estudios metabólicos pueden revelar un balance cálcico negativo.

Hiperparatiroidismo (osteodistrofia paratiroidea) (osteítis fibrosa quística)
La osteodistrofia paratiroidea es una osteopatía generalizada rara que procede del hiperparatiroidismo y se caracteriza por una combinación de excesiva resorción osteoclástica, generalizada y localizada, del hueso con fibrosis medular. Por lo tanto, la enfermedad ósea que resulta está constituida, no sólo por una forma generalizada de osteoporosis, sino también por lesiones osteolíticas diseminadas.


La columna vertebral
Entre las deformidades de la columna vertebral existen cuatro tipos fundamentales que se corresponden con los cuatro movimientos fundamentales de la misma:
1.- Cifosis o deformidad en flexión fija.
2.- Lordosis o deformidad en extensión fija.
3.- Deformidad en flexión lateral.
4.- Deformidad en rotación.

CUIDADOS QUE SE DEBE TENER PARA MANTENER UN BUEN ESTADO DE SALUD



cuidados para  evitar la diabetes : En el mejor de los casos será recomendable acercarse al médico a realizarse un chequeo anualmente (o según lo que recomiende el doctor) para ver si nuestros niveles de azúcar se mantienen estables o no.

La diabetes actúa degenerando las arterias y con ello, todo nuestro sistema cardiovascular. Se obstruyen las arterias y se producen las muertes por problemas del corazón.
Así es que parte de la reforma que tenemos que hacer en nuestras costumbres (sobre todo las alimenticias) para poder evitar las complicaciones de la diabetes, consiste en la práctica de deportes que nos ayuden a regular el metabolismo y la ingesta moderada de alimentos.
Por otro lado, hay algunos leves indicios que debemos tomar en cuenta para empezar a revisar nuestro nivel de glucosa. Las ganas de miccionar constantemente, heridas que no sanan.







Este será el primer y más importante paso, puesto que así conocemos a cabalidad cuál es el estado de nuestra salud. Sobre todo si estamos expuestos a enfermedades como la diabetes.
Entre los demás cuidados que podemos tomar, para evitar la diabetes, se encuentran el alza o baja de peso, los ejercicios de rigor, y el cambio en el tipo de alimentación que hemos estado llevando.








cuidados para el corazon :

El corazón, como cualquier parte del cuerpo necesita cuidados que son vitales para su adecuado funcionamiento


Entre los principales cuidados del corazón están:
- Hacer ejercicios físicos diariamente, para que el corazón se fortalezca y la sangre circule mejor en todo el cuerpo.
 
- Comer alimentos que contengan hierro como la carne, huevos, lentejas, frijoles y hojas verdes, para evitar la anemia
.
- Evitar fumar, porque el tabaco tapa las arterias y venas.
 
- Comer poca sal y poca azúcar, para que la sangre siempre circule adecuadamente y conserve su salud.
 
- Dormir 8 horas diarias, porque el descanso permite reponer energías.
 
- Tener cuidado para no tener accidentes que provoquen hemorragias.
 
- Tomar mucha agua limpia y hervida todos los días, porque el agua es un elemento que forma parte de la sangre.
 
-¡Nunca consumir drogas ni bebidas alcohólicas! porque al mezclarse con la sangre afectan el funcionamiento de muchos órganos del cuerpo.
 
- Controlar las emociones, porque los enojos, la violencia, los sustos y el estrés lastiman al corazón.